En diciembre de 1938, Escher recibió un encargo del Estado neerlandés para realizar diez grabados en madera de Delft para la publicación de un libro. A cambio, se le ofrecía una suma considerable: 800 florines (unos 7500 euros actuales). En enero de 1939 realizó un grabado en madera de prueba, tras lo cual recibió el encargo definitivo. El libro nunca se publicó, pero los grabados en madera sí. En abril de 1939, Escher se desplazaba casi a diario en tranvía desde la casa de sus padres en La Haya hasta Delft.
Paseaba por la ciudad y hacía dibujos de lugares adecuados para un grabado en madera: la Oostpoort, la Oude Kerk y la Nieuwe Kerk, el ayuntamiento y el mercado. Desde la calle, pero a veces también subía a un lugar más elevado para obtener una mejor perspectiva. El director de Obras Públicas le concedió, de forma excepcional, permiso para subir a la torre de la Oude Kerk. Durante los meses de verano, trabaja en los dibujos en su casa de Ukkel para convertirlos en grabados en madera.
El resultado es especial porque es la única vez que ha realizado una serie sobre una ciudad holandesa. Nueve grabados en madera se han impreso y acabado en formato A5 de alta calidad y solo se pueden comprar como conjunto por 10 euros en la tienda del museo Vermeer Centrum Delft.